'Assassin's Creed'; asesina, luego pregunta
Buenas, soy el Señor D.
Al igual que hice con Uncharted: El tesoro de Drake cuando me lo acabé voy a hablaros de Assassin's Creed.
Nos trasladamos al siglo XII. Manejamos a Altaïr, el jóven, ágil y desobediente asesino perteneciente a los Hassasshin, una orden que se dedicaba al asesinato selectivo de personajes, en la época de las Cruzadas, para mantener la paz en Jerusalén y Tierra Santa.
Comenzamos con una difícil misión: recuperar el tesoro templario. En vez de ello intentamos asesinar a Roberto de Sable, líder de los templarios. Fracasamos. También incumplimos el credo del asesino: 1- No matarás inocentes; 2- No llamarás la atención; 3- No comprometerás a la hermandad.
Tras nuestro estrepitoso fracaso seremos castigados y se nos bajará el rango hasta el mínimo. Tendremos que empezar de cero.
Para ello, nuestro maestro Al Muhalim, nos ordenará matar a los hombres de una lista. Así podremos volver a ganarnos la confianza de nuestro líder y debilitar a Roberto de Sable para acabar con la amenaza de guerra que se cierne sobre Tierra Santa.
A partir de entonces comenzará el verdadero juego. La verdadera épica aventura de un hombre encargado de asesinar a otros hombres. Sin preguntar por qué, Altaïr, poco a poco irá descubriendo que la verdad (o lo que creemos que es verdad) puede ser un arma de doble filo y encontrarnos entre la espada y la pared.
El apartado gráfico del juego es espectacular. Recrea sin problemas ciudades enteras sin tiempos de carga. Ver a la gente ir y venir de un lado para otro, escuchar las voces e interactuar con todos los elementos es algo que nos dejará impresionados.
Podremos escalar cualquier cosa, subir a cualquier lado, infiltrarnos... También se nos acercarán vagabundos (en general son mujeres) a pedirnos dinero. Al principio mola, y es un buen detalle, pero cuando estás haciendo una misión y se te ponen a tocar los huevos pues fastidia bastante. Nos toparemos también con los locos, que si nos ven se pondrán a pegarnos. También un incordio si estamos pasando inadvertidos o escapando.
Nuestro arsenal, al igual que la barra de vida, irá en aumento. Al principio contaremos con nuestra espada, a la que habrá que añadirle la hoja retráctil de nuestro brazo derecho, la hoja corta y los cuchillos.
Entre asesinato y asesinato, Altaïr, dudará sobre si lo que está haciendo es lo correcto, ya que las revelaciones que le hacen sus víctimas en su lecho de muerte contradicen en algunos aspectos lo que le ha contado su maestro sobre ellos.
En definitiva este es un juego que sorprende, impresiona, en momentos aburre, desespera, cabrea..., pero que sobretodo entretiene. Con una historia sin nada especial iremos desenmascarando algo más que cambiará nuestro destino llegando a un final inevitable.
Un final que nos abre una nueva puerta, pues se nos plantea otra pregunta y aún no tenemos respuesta.
Aún no es el final. Altaïr volverá, ya que como te enseña tu maestro, “nada es verdad y todo está permitido”
2 comentarios
Cris -
Paladín de Khorne -